canidos y felinos

Todo y que hace más de 10.000 años que el perro y el hombre comparten experiencias, hay que entender que por muy adaptados que estemos el uno del otro,  seguimos siendo humanos y cánidos. 10.000 años son muchos años, pero al parecer insuficientes para que el perro se vuelva bípedo y aprenda a conjugar verbos. Y como especies diferentes, tenemos costumbres sociales diferentes. Nosotros, los humanos, como seres supuestamente más inteligentes y evolucionados que ellos, tenemos que aprender a identificar qué costumbres sociales no son compatibles, así minimizamos las confusiones entre especies y aumentamos el confort de todos los miembros del hogar.

Una vez aprendemos a interpretar correctamente su lenguaje y entender el por qué de una acción, todo se vuelve mucho más intuitivo; las comunicaciones cobran sentido para ambos lados. La relación pasa de dos seres que se aman pero no se entienden, por lo tanto las acciones independientes de cada uno se estorban; a una relación de dos seres que se aman y se comprenden mutuamente con tan solo una única mirada, por lo tanto las acciones independientes de cada uno se complementan.

Mi objetivo principal es ayudar a todas aquellas familias multiespecie que tengan problemas dentro o fuera del hogar, fortaleciendo el vínculo mutuo con adiestramiento básico, específico y el refuerzo positivo; basado en la observación y la psicología del can.

Nuestros compañeros felinos todo y que estudios recientes localizan las primeras domesticaciones hace unos 8.000 años, son seres parecidos a la vez que muy muy y que muy diferentes de los cánidos. Se podría decir que se tarda más y hay que ir con más cuidado a la hora de forjar el vínculo humano-gato.

Hay que recordar que en la mayoría de culturas, los primeros acercamientos al gato, se producen junto al desarrollo agrario. El almacenamiento de grano atrae a todo tipo de roedores y estos atraen a los felinos. Durante muchísimos años no dejó de ser eso… un acercamiento más que una domesticación.

Hoy en día sigue habiendo el mito popular de que son seres ariscos, solitarios e independientes. En mi experiencia, el único adjetivo que tiene un punto de verdad es independiente. Uno de mis objetivos es demostrar que ni son tan ariscos ni tan solitarios como dicen ser.

Tengo que recalcar que no soy un adiestrador de gatos. Pese a que tengo algún conocimiento básico para enseñar truquillos de circo a un felino. No es ni mi motivación ni objetivo, no sirve para nada más que grabarlo y subirlo a modo meme de internet. Digamos que, hoy en día, no existe una equivalencia felina de la obediencia básica canina.

Mi objetivo principal es ayudarte a entender y comprender a tu felino. Enseñarte todas las necesidades dentro del hogar. De esta manera, frente cualquier problema, poder entender y saber cuales son las pautas necesarias para poder corregir comportamientos indeseados.